Foto. Comunidad de Madrid |
Dicho espacio natural protegido cuenta con una extensión de 83.089 hectáreas y está situado al suroeste de la Comunidad de Madrid, siendo el espacio protegido más grande de la región, puesto que supone el 10 por ciento de su superficie total.
El decreto de declaración, aprobado el pasado 1 de julio por el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, ha sido finalmente publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (Bocam) el pasado 10 de septiembre.
El decreto fija las medidas de conservación necesarias, que implicarán fórmulas reglamentarias, administrativas o contractuales, asegurando su inclusión en planes o instrumentos adecuados, que responde a las exigencias ecológicas de los tipos de hábitat naturales y de las especies presentes en tales áreas.
Afecta a 19 municipios
El Plan de Gestión ordena el territorio madrileño que limita al oeste con Ávila y al sur con Toledo. También engloba el tramo medio del río Alberche e incluye seis embalses, entre los que destacan el de San Juan y Picadas, y el río Cofio.
Además, afecta a 19 municipios. Entre ellos se encuentran las ciudades de Aldea del Fresno, Cenicientos, Colmenar del Arroyo, Chapinería, Fresnedillas de la Oliva, Navalagamella, Navas del Rey, Pelayos de la Presa, Sevilla la Nueva, Valdemaqueda, Villamantilla y Villanueva de Perales.
El Plan también afectará, pero de modo parcial, a los municipios de Cadalso de los Vidrios (81 por ciento), Quijorna (37 por ciento), Robledo de Chavela (81 por ciento), Rozas de Puerto Real (82 por ciento), San Martín de Valdeiglesias (87 por ciento), Valdemorillo (19 por ciento) y Villa del Prado (95 por ciento).
De este modo, el Gobierno regional cumple con las exigencias de las Directivas Europeas de Aves y Hábitats transpuestas en la Ley estatal 42/2007 de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, algo que era necesario hacer antes de 2012.
Tres áreas de protección
El Plan distingue tres zonas: la Zona de Conservación Prioritaria (27.300 hectáreas), la Zona de Protección y Mantenimiento de Usos Tradicionales (47.300 hectáreas) y la Zona de Uso General (7.700 hectáreas).
La Zona de Conservación Prioritaria se caracteriza por sus excepcionales valores ecológicos, paisajísticos y científicos, mientras que la zona de Protección y Mantenimiento de Usos Tradicionales ha albergado actividades compatibles con la conservación del medio natural, como la ganadería, la agricultura o el ecoturismo.
En este espacio se incluyen las masas forestales, los montes preservados de utilidad pública, las dehesas y las zonas agropecuarias de carácter tradicional que han creado paisajes agrarios que definen esta área.
La tercera zona, de uso general, podrá acoger usos relacionados con la promoción del desarrollo sostenible y con la conservación medioambiental y de los recursos naturales. También podrá incluir actividades industriales que sean compatibles con la preservación del medio ambiente y usos adecuados para el desarrollo rural.
Quejas por falta de personal para vigilancia
Lla Asociación Profesional de la Comunidad de Madrid (APAF-Madrid) ha denunciado la falta de personal, ya que aseguran que tan sólo 26 agentes forestales tienen que vigilar 83.089 hectáreas de espacio natural protegido. Además, esperan que dicha inversión en vigilancia ambiental recaiga sobre los verdaderos especialistas en la materia.
"La labor de los agentes forestales de la Comunidad de Madrid es fundamental, pues sin vigilancia en el campo, los usos y actividades incompatibles con el espacio natural protegido se desarrollarían sin control. Además los agentes forestales son la cara visible de la Administración y conocen la realidad física, biológica y social de la zona", señala la asociación.
Por este motivo, afirman que el Plan de Gestión recoge que se deberá invertir en vigilancia ambiental en la zona, especialmente, la vigilancia con objeto de evitar la caza furtiva, el expolio de nidos, utilización de venenos, cepos, lazos o cualquier tipo de trampa no autorizada.
(EuropaPress)
Que bueno saber que hay otras comunidades bañadas por nuestro río y que se ocupan de el tanto o más que la nuestra.
ResponderEliminarParece que no existe otra y ya quisiéramos parecernos un poquito solamente a las otras dos por donde pasa nuestro río antes de llegar a la nuestra.