El autor del diccionario ha señalado a Efe que "todas las palabras recogidas en el libro pertenecen tanto a una parte como a otra del Campo Arañuelo, porque el lenguaje no tiene fronteras".
Castaño empezó a recopilar el lenguaje de la comarca desde 1969 en compañía del maestro de Herreruela (Toledo), su pueblo natal, Eusebio González, una labor que, según reconoció, "fue, digamos, un modus vivendi para mi".
Campo Arañuelo fue repoblado en el siglo XIII de forma tardía por habitantes procedentes de tierras leonesas, de ahí, según ha explicado Castaño, los diminutivos que se conservan en su habla en "ine" e "in", expresiones como "la mi casa" o multitud de palabras y locuciones procedentes del dialecto leonés.
"Todo este léxico lo he recogido oyendo hablar a la gente de todos estos pueblos", ha indicado el estudioso de Herreruela que en estos momentos lleva cuatro años dedicados al estudio exhaustivo de las medidas tradicionales españolas desde la Edad Media.
Ha indicado que a día de hoy, en 2011, "un 30 o 40 por ciento de estas palabras y expresiones se siguen utilizando y el resto pertenece a gente mayor y está en trance de desaparecer".
El autor de "Diccionario del Campo Arañuelo toledano" considera "inevitable" la pérdida de palabras por la pérdida de usos, tal y como sucede con respecto al léxico correspondiente a la agricultura tradicional, las bodas y funerales de antaño, las medidas del sistema métrico antiguo o la navegación.
"El lenguaje es dinámico", ha advertido Castaño, enamorado de la lengua desde hace décadas y autor en su día de una tesis doctoral titulada "Expresiones del amanecer y el atardecer en la lengua española".
En este sentido, destaca cómo en el mundo del fútbol es donde en estos momentos se está creando un mayor léxico metafórico.
En el libro, publicado con la ayuda de la Diputación Provincial de Toledo y que cuenta con ilustraciones de Luis Álvarez Amor, se recogen expresiones como "darle de tieso", "cagarse a virote", "ir a maimones", "hay que apretar el huevo cilindro", "levantarse a coces" o "andarse a chocho de lagartija", entre otros cientos.
El investigador de Herreruela afirma que ha disfrutado llevando a cabo esta labor de recopilación, aunque reconoce que lo más difícil fue definir las palabras. EFE 1010107
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